Los pasillos,
los pasillos de las galerías,
del hospital
o del claustro.
Los pasillos de la cotidianeidad
que aplasta,
la inercia de correr de puntillas
como las bailarinas
en el danzar continuo
de la niña eterna,
sacrificio en danza
carrera de obstáculos
la escalada y la cuerda
los zapatos rojos
del cuento.
La luz
la luz angelical
de la sonrisa,
la luz de la ilusión de la mirada
las luces de flash
el relampagueo del alma
la muerte de Ícaro
mi luz que no se apaga.
La oscuridad tóxica
del mundo tóxico,
las mujeres que pisan
con tacones de aguja
y sonrisa de hiena.
La luz
la luz de las pantallas,
los pasillos de las galerías,
del hospital
o del claustro.
Los pasillos de la cotidianeidad
que aplasta,
la inercia de correr de puntillas
como las bailarinas
en el danzar continuo
de la niña eterna,
sacrificio en danza
carrera de obstáculos
la escalada y la cuerda
los zapatos rojos
del cuento.
La luz
la luz angelical
de la sonrisa,
la luz de la ilusión de la mirada
las luces de flash
el relampagueo del alma
la muerte de Ícaro
mi luz que no se apaga.
La oscuridad tóxica
del mundo tóxico,
las mujeres que pisan
con tacones de aguja
y sonrisa de hiena.
La luz
la luz de las pantallas,
el parpadeo de vida
de una metáfora
o de una libélula.
Correr, correr por los pasillos
huyendo de las hienas
o persiguiendo la luz,
la luz artificial
de los fluorescentes
de los pasillos,
los pasillos de las galerías,
del hospital
o del claustro.
de una metáfora
o de una libélula.
Correr, correr por los pasillos
huyendo de las hienas
o persiguiendo la luz,
la luz artificial
de los fluorescentes
de los pasillos,
los pasillos de las galerías,
del hospital
o del claustro.
Elena Pedrosa, 2019