miércoles, 9 de mayo de 2012

La libertad de la palabra



"La palabra poética viene de lejos y debe ir y llevar siempre lejos. Procede de un abajo que no se mide sino en lo que aún no se ha separado, una red tramada en las relaciones de correspondencia. Se encamina adonde todo tiene que recordar a antes, al origen (ese retroceder que es avance al estado inactual del lenguaje), adonde todo es arrojado al ser por vez primera y nada significa aún nada. ¿Por qué el agua es alondra, y la alondra música, en el poema? Porque todo está siendo recreado en ese momento y el universo entero renace de la explosión de la palabra. En este punto, la palabra es memoria mítica, es fabulación mítica del comienzo.

No obra así, la palabra poética, en respuesta a ninguna condición u obligación. Desobediente de los códigos de comunicación y ajena a la cultura de lo instrumental; indiferente a las leyes de la reproducción y de la representación, abre un espacio de intransitividad gozosa en el que apunta lo decible, que no es siquiera lo comprensible y sí lo contrario del entendimiento: una fractura severa por la que se declara inepta la razón,y por la que, simultáneamente, la palabra poética rearma su relación consigo misma y con quien la pronuncia."

http://gruposurrealistademadrid.org/finis-linguae

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